domingo, 16 de agosto de 2009

Tengo remedios.


Tengo estupefacientes
tengo somníferos
tengo pócimas
para dormir
para olvidar
para morir.

Tengo los medios para vivir
igual a otros miles...
Aturdidos quizá
No somos distintos en las calles;
Somos así como los ríos nos estrellan
contra los besos y las responsabilidades
y los abrazos y los trabajos y los sueños
y las casas y los escapes y la familia y
los proyectos y el habla y la recepción y
el cariño y el carisma y la presencia y la ausencia
y las preguntas y las respuestas y el negro y el rojo
y toda la gama de colores y todas las voces juntas
hasta que el río se vuelve calmo...

Tengo remedios
tengo soluciones
tengo muros
para detener la marea de mis memorias

¿Tienes tú las tuyas?

Todas mis putas todas mis flores todas mis ninfas.
Soy quien soy con remedios o sin remedios como ustedes son
con piel o sin ella.

Hoy tengo brebajes para conciliar la realidad.
¿ No es acaso una opción personal?
Querer estar o no estar.
¿ Qué más que mi organismo y mi propia mente
me mantienen aquí?

Si yo no existiera;
ahorraría estupefacientes
somníferos
pócimas

para dormir
para olvidar
para morir

No tengo una respuesta que me satisfaga
y por ende aun más insecto me voy volviendo...

Esta bestia imagen.
El jardín que esta por parir
que perdí
que vendí
que repudié
que amé
que añoro
pero tengo estupefacientes
somníferos
pócimas.

Tengo de esos como la era
ha parido guerras.


Jc.

Cuando te busco.


En silencio te veo

Enmudecido te encuentro
y bailas en aquella fiesta
con un cisne que estrella
sus alas contra el suelo.

En donde no hay palabras
te dibujo en este espacio
mis memorias de terror...

Ahí

En las sombras que bailas
tus vestidos eternos de
encanto y tormento.

Jc.

Con estos días


Con estos días que no son muchos
pero quizá la mitad de un corto camino.
¿Con estos días qué voy a hacer?
Sentarme a mirar las flores
abrirse y luego cerrarse.

Con estos días siempre vuelvo solo a la cama.
Al caos de mi habitación...
Aquel templo de fantasmas que deambulan por las
noches.

Con estos días me recojo a mis adentros
Con estos días callo mi presencia.
No soy nadie
un insecto deambula aun dependiente.
Aún inmaduro como para caer de un árbol
y ser aplastado, machacado, triturado por
un caminante despreocupado.

Jc.

sábado, 8 de agosto de 2009

Percepción de una tarde.


No he vuelto a ti por que estaba en mis ciudades y jardines sentado. Pensando en el sueño bajo las sábanas azules del invierno. He visto otras personas en el jardín, caminaban y se sentaban junto a las fuentes. Hablaban y yo no leí sus labios. No quería. Lo que fuera que dijeran no es mi asunto. Mi asunto es mirarles. Así me lo propuse. Miré todo y cada rincón del jardín. Recorrí con mis ojos todos los pétalos y tallos buscando la luz, identifiqué cuáles flores caerían pronto y dónde nacerían otras. Todo lo hice sentado y sin interrumpir nada en absoluto. Si quería ver debía ser casi un fantasma. En algunos rincones del jardín niños corren de un lado a otro. Ciertos niños tienen la capacidad de estar en medio de un juego estallando y de la nada, de un momento a otro te quedan mirando. Uno les mira. Uno siente aquella infante mirada como otro juego más, pero el niño ríe y los lugares cambian; Los ojos del niño son calmos. Están radiantes, hace unos instantes saltaba con sus amigos y el tiempo pareciera ser en ellos el beso de un ángel. Entonces recordé que una vez, hace años en el jardín, yo estaba tumbado en el pasto mirando hacia un cielo muy azul donde las nubes se deslizaban jóvenes con él y el aire me recorría las piernas y los brazos. No hubo tiempo aquél instante. Todo podía ser. Todo podía florecer. Y entendí por entonces que la vida es una flor en el jardín. Y me sentí tan niño esa vez. Todo tenía cabida. Todo era temprano. Quizá era ese sentimiento de inocencia. " Como el beso de un ángel".
No he vuelto a vivir otro momento así. El tiempo corre. Y en el jardín donde corría despreocupado y liviano, hoy me siento. Hoy solo miro. No intento leer los labios. no busco conversaciones. Pienso en aquel niño que en medio de un salto se quedó mirándome. Y pienso en otro niño; ese tumbado en el pasto, entonces vuelvo a pensar en las sábanas azules y en las horas del sueño.

Jc.

lunes, 15 de junio de 2009

Cuándo


Cuándo cayó la lluvia
Cuándo despertamos
Cuándo nos miramos
Cuándo nos avergonzamos
Cuándo nos dijimos ésto;

"Nada"

Cuándo lo intentamos
Cuándo nos gritamos
Cuándo nos perdimos
Cuándo vimos ésto;

"Somos dos"

Cuándo caminamos
Cuándo cantó la lluvia
Cuándo saltamos en los charcos
Cuándo lo supimos;

"Ya muertos yacíamos"


Jc.

No vengas nunca.



Si dejara entrar tu presencia.
Si asomara tu sombra;
Las estrellas de la noche
se perderían.
En su cuerpo dormirían;
la perra y el resentido.
Revuéltos y sin juicio
tu vestido herirían,
La flor que nace muerta
reinaría y nadie diría;

"Que buena está la cosa"

Si dejara que llegaras;
La marea del desorden
colmaría mi espacio.
Mi diminuto espacio.

Si dejara incluso mi boca
cantar tu nombre;
La ronda y exterminio
alcanzaría para uno.

No vengas nunca.

Jc.

Durmiente.


Durmiente
Con los párpados derretidos
Las manos quietas
En paz.
La boca susurrando el
beso que nunca diste.

Durmiente
Me quedé esperando la hora 28
Del día
Entre la noche y el amanecer
Mi cuerpo se desliza escapando
Y arañando el tiempo.

Durmiente
Cuando abras la puerta has de encontrarme
Demasiado pronto para reprenderme
Demasiado tarde para despertarme.

Durmiente
He de resistir tu presencia
Que no es sino ausencia
Que no abriga sino congela mis pasos.

Durmiente
He de exterminar las flores que
Nacieron de tu cuerpo
He de callar el baile de sus
Pétalos y liberar al pájaro
Embrujado.

Durmiente
Has de recordarme
Has de evaporarme.
He de quedarme
En los brazos del silencio
En el canto de la noche
Y el falso baile de
Nuestros días.

Durmiente.

Jc.