sábado, 27 de marzo de 2010

Intento V (Los días sin trabajo y vicio consumado vírgen María)



Gonzalo tenía que bajar, siempre lo hacía a la misma hora: 9:30 am porque despertaba con su alarma celular a las 7:30 am, tomaba desayuno, se dirigía a la ducha y siendo invierno o verano el agua helada era lo suyo. Lo despertaba de un solo golpe, aquel estremecimiento y momentáneo corte de respiración lo dejaba completamente consciente de haber nacido otro día más en el mundo. En cierta forma, Gonzalo, relacionaba este hecho del agua helada de golpes en la mañana con las primeras palmadas que le dieron en el culo para que respirase por primera vez. Así, todos los días se puede nacer de nuevo; nada de saludo al sol, o un pequeño rezo, a pesar de su inevitable educación religiosa cristiana/ culposa a la médula/ No. Una buena ducha de agua helada y listo.

En estos meses ha estado de trabajo en trabajo ganando más bien poco que suficiente y la noche anterior tuvo una discusión con su jefe en el restaurante de poca monta en el que trabajaba como garzón:

- El viejo ese, el culiao del Fernando me hizo lavar los tarros de la basura en la calle y a mí no me gusta hacer eso. ¿Has visto un tarro grande de basura de un restaurante alguna vez?
¡Cómo huelen esas mierdas! Y tuve que mangereárlos ma´ encima.-

El asunto no hubiese pasado a mayor si Evelyn, su pareja actual, no hubiera llegado de sorpresa a la hora de la salida… Quizá para perderse en las escaleras de Valparaíso como les gustaba a ellos.

- Ahí sí que odié al conchetumadre… ¡¿por qué me tiene que pasar esta hueá a mí que tengo un trabajo digno?!…No robo, pero me hacen hacer hueás que no me gustan y la evelynsita ahora trabaja en un banco. Le salió la movía y ahora ´ta bien… / Pero me vio limpiando la basura. No rió. Qué mierda iba a reír si ´ta claro que eso tampoco le gustó. Por eso le dije al viejo Frenando que se fuera a la conchesumadre, que se metiera el mandil por la raja y que ojalá pase sanidad por allí pa que le clausuren la hueá de local por unos días y se acuerde de mí que lo maldije.-

Gonzalo estaba tan seguro que al verlo Evelyn limpiando la basura del restaurante; el amor, que de paso ya está un poco menguado, al menos en las noches, termine por acabarse, ya que a fin de cuentas y toda lógica o aritmética social; “ella” está subiendo; un trabajo que da gusto…” Un banco”. Y él de garzón como hueón.

-¡Nooooooooooooooo! Necesito fumarme algo bueno en la mañana.-
Miró su reloj: 9:25 am.- La hora perfecta. Tomo con cuidado sus audífonos, su pendrive, se aseguró de llevar las llaves en los bolsillos- Evelyn hacía rato ya estaba trabajando-, contó el dinero que llevaba y calculó lo justo para hacer el almuerzo, la once, la cena y su aperitivo matutino. Salió de casa con la cabeza perturbada, se había bañado y se suponía que los demonios de su espíritu e inseguridad habían desaparecido con el agua helada, pero aun estaban con él azuzándolo… / Existen días así, por lo tanto Gonzalo fumaría hasta quedar en ese estado entre caminante y durmiente/ Una gloria contemporánea y cesante.


Cuando estaba bajando por el pasaje de los vicios en la cima de un cerro de nadie miró casa por casa las ropas tendidas en los patios, la jauría de perros que no le ladraban porque le conocían de tiempo ya/ Y siempre a la misma hora. Se odió a sí mismo por aquella complicidad.

-¿Por qué tienen que reconocerme estos perros de mierda?- De inmediato sintió culpa por pensar así, después de todo un perro es mil veces más confiable que un hombre y ni hablar por estas calles y pasajes donde los dealers le producen a uno ganas de poseer un lanzallamas para acabar con ellos después de comprarles y haber tenido que mirarle a los ojos/ Esos ojos en que solo los estúpidos confían. De una de las casas del pasaje oscuro salió un dealer, le apodaban el andy; Un hijo de puta consumado, uno de esos comerciantes prohibidos que a manera de regla de oro intentará cagarte con algo, no importa qué, pero tiene que hacerlo, esta en su frente marcada a modo de gen/ micro-criminal, chanta para un chanta, es decir; escoria pura. Gonzalo pensó: -Linda la hueá, vengo pa acá que está lleno
de casas con dealers y aparece este hijo de puta.

-¿Qué le pasa hermano? – Preguntó andy , chanta de chantas.- Hace tiempo que no lo veo. Ahora compare tengo unos pitos huenos, pero huenos huenos- Gonzalo lo miró un segundo, le preocupaba la pregunta esa del “qué le pasa hermano”, porque no quería que se le notase el ímpetu de esta mañana /Odiosa: - Nada.- Contestó.- Ando un poco apurado porque debo hacer unos trámites / Gran mentira, el único trámite que debía hacer esa mañana y con “URGENCIA”, era fumar como si se acabara el mundo hoy mismo. Andy lo miró con sus ojos negros. Gonzalo sintió su mirada y pensó:- Putrefacto ser viviente.- pero continuó con la transacción: - Dame dos, pero que estén buenos esta vez, siempre pateas las hueás.- Andy lo miró sorprendido porque el muy estúpido cree que su mirada intimida, cuando lo cierto es que más que intimidar, dan ganas de matarlo solo por ser quien es: Un hombre.

Se pasaron el dinero y la mercancía el uno al otro sin siquiera mirarse, había sido suficiente por hoy. Gonzalo se dio la vuelta y camino pasaje arriba con impaciencia. Uno de los perros del pasaje lo miró y movió su cola, pero en su forma Gonzalo intuyó una especie de lástima del perro hacia él. - Uff, si un perro me tiene lástima, es por que se me nota en la cara las ganas de matar.- Subió con más ansiedad que impaciencia esta vez y se apresuró en llegar a casa. Abrió la puerta, saco su billetera, abrió un paquete de papelillos y con nervio se hizo un pito gordo y grotesco: - Perfecto, con está hueá me fumo la mitad y me quedo raja.-

Lo prendió, inhaló con la ansiedad de un bebé añorante de lactancia y luego exhaló como un anciano que durante cuarenta años trabajó duro y terminó recibiendo una pensión simplemente miserable/ Demoníaca.

- Espero que después de este pito inmundo me duerma y despierte de nuevo mejor; renovado.- / Curioso pensamiento este último porque en general él percibe al mundo, al menos el coronado de oficios y vestidos de utilidad material como la esencia de la inmundicia/ ¡Por eso los odio a todos!

Jc.

No hay comentarios:

Publicar un comentario