viernes, 16 de octubre de 2009

Sobre nosotros y no los otros.


Estaba pensando en nosotros.
Me preguntaba acerca de nosotros;
¿Algún día haremos lo que nos gusta?
¿Y si fuese así?
¿Qué haríamos?
¿Qué seríamos?

Yo no sé lo que me gusta de verdad.
No sé si me gusta más mirar que dormir.
No sé si me gusta más follar que morir.
No sé si me gusta más trabajar que soñar.
No sé si me gusta más escribir que leer.

Hay un millón de cosas que no sé cuánto me gustan
de verdad.
Pero me preocupa con terror no saber si tú algún
día harás lo que te guste.

Me preocupa tu felicidad.
Me preocupan tus ojos.
Me preocupa tu encierro...

Tantos años ya.
Tantos siglos aquí.

Cada día que creces te escondes más.
Te escondes del mundo.
Ese ser de látigos, cemento y proactivos.
El mundo ese... El del progreso.
Dice que debes ser "normal".
Estar dentro del margen.
No hay espacio para el desmargen.

Y tú con tu espalda gigantesca, con
tus brazos de herido hierro eres mucho
más que la regla de los hijos de Dios.

Aquellos hombres nos han encerrado con
sus juguetes estadísticos y nos quedamos
nadando en el desconcierto con las manos alzadas
para ver si alguien nos escucha fuera del ghetto
de los cerros y los gritos de los narcos de cerro.

Por eso quiero saber qué quieres hacer.
Si quieres arrancar conseguiré una camioneta
y nos lanzaremos cerro abajo hasta llega al plan
y estrellarnos contra el congreso, contra la consulta
del médico que nos marco con el signo de caín.

Nos vengaremos de ellos.
Todos esos monumentos de la
democracia.
¿Qué nos han dado a nosotros?
¿Debo prenderles velitas como a un santo?
Yo les prendería un litro de gasolina...
¿Y tú?
¿Lo harías?

Jc.

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