
En nombre de la arena que con el mar
se encuentran midiendo el equilibrio de
nuestros días.
En nombre de las calles que caminamos
juntos desde niños.
En nombre de las flores de los mil y un
jardines de la tierra.
En nombre de tus risas de seda y el ímpetu
de tus manos y corazón.
¡En nombre de nuestra historia, hermano mío!
En nombre del sol y la luna que te ven y rodean.
En nombre de las estrellas que conjuran tu nombre.
En nombre de cassiel, el ángel.
En nombre de los días que has vivido.
En nombre de las campanadas y la fe.
En nombre del amor que te profeso.
En nombre de tus sueños.
En nombre de tus islas nocturnas.
En nombre de tu novia.
En nombre de Silvia.
En nombre de Conrado.
En nombre de Fabiola.
En nombre de Claudio.
En nombre de Claudia.
En nombre de Lorena.
En nombre de Magie.
En nombre de Manuel.
En nombre de Raquel.
En nombre de Diego.
En nombre de Sebastián.
En nombre de Daniel.
En nombre de Rodrigo.
En nombre de mi puño y corazón.
¡Ah, hermano mío!
En nombre del espacio donde viajas
liviano y en nombre de la chispa de vida
que llevas dentro.
En nombre de las fuentes fértiles.
En nombre de los ríos de la tierra y los
ríos de tu sangre.
En nombre del presente y el futuro.
En nombre de tu alma y cuerpo.
En nombre de la justicia.
En nombre de la amistad.
En nombre de lo innombrable.
En nombre de todo lo que yace
dentro y fuera de la tierra:
No eres memoria, sino presente.
Y por lo tanto; De las flores que
aun has de sembrar y en nombre
de Dios:
Enzo…Levántate/ Resucita!
Nosotros te amamos.
Jc.