
¿Qué tiene en común el flaco hijo de puta ese conmigo?
Parados ambos en el mismo cerro somos una misma masa
clasificada, timbrada, identificada y de vez en cuando- en esas
noches de ojos perdidos llegan de estrépito y espanto los pacos
que amamos tanto- también ambos nos vamos contra la pared.
“Carnetse de identidadd”
Ambos lo mostramos, ambos somos periciados
/Quiero que me confirme un rú y depué el otro\
Ambos esperamos, no nos miramos siquiera. Ambos
nos odiamos mutuamente./ Yo se que el maricón este
me estaba cagando con la plata porque es su costumbre;
“cagarte con la hueá de vicio”\ Y ambos lo amamos tanto
que nos sacaríamos los ojos por tener lo que se es justo.
Este hijo de puta a mi lado, moreno como yo, lumpérico
como yo quiere su parte, por eso me estaba cagando el
malparido…Quiere más plata y con tal de conseguirla
es capaz de venderte un paquete de trescientos pesos culiaos
en dos mil pesos. Fue ahí cuando llegaron los pacos y entre
el leve pánico que produce la llegada de las tortugas ninja y
la mirada de Funado/Fichado/Fusilado del otro; Yo…
Yo de ombligo gigante y egoísta
Yo de monólogo demagogo
Yo ciudadano nocturno
Yo que te odio tanto/ Cabro culiao!!!
Me alegré profundamente porque tuve la esperanza que
esta vez al repetir el turbio número de tu carnetse no pasarías
desapercibido ni cagando/ No/ Ahora sí que te llevan maricón.
Y te llevan por gracia divina esta vez, porque si me hubieran
dejado dos minutos más contigo te hubiera mordido los ojos,
me los hubiera tragado, los hubiera escupido y luego te obligaría
a tragártelos del odio puro que te tengo…
Yo de presencia antipática
Yo de mirada esquiva
Yo de mano que suda al apretar
Yo te odio y espero/Te acuchillen pronto
Te desangres lento
Te arrastres solo
Te sepas morir.
Te veas extinguir/
Yo , mi querido hijo de puta…
Yo el pseudo burgués te odio/ Y te quiero muerto.
Jc.
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