
¿Qué has hecho con mis manos?
Me las miro mientras estoy en cama
como un enfermo convaleciente de
fiebres nocturnas y habituado a ellas
como novias provisorias/Amores de
la ausencia/… Las manos me duelen.
No puedo articular los dedos.- Dicen
que soy débil- Pero esta rareza en mis
manos parecida a la artritis me trae re-
cuerdos de conversaciones intensas…
/Quemante voz femenina arde sin placer\
Me recuerdan los vestidos rotos de María;
Los ojos furiosos de Paz; Los bailes necios
de Andrea; Los besos locos de Gabriella;
Los cuchillos de Daniela y la cama deshecha
de ella…
/La que no puedo nombrar sin escándalo!!
¿Qué has hecho con mis fuerzas?
No me puedo levantar de la cama; Escribo
por inercia mediocridades de la médula y
vena mía…¿Y ese apetito que tengo?
¡Me comería una vaca entera para calmar
el Deseo/Ansia/Tedio!
Todos esos espacios que ya conozco entre
dormido y caminante-Legal e Ilegal-
¡Y se repiten los bastardos!
Y es que la memoria es una mujer muy
educada, pero también puede ser una
perra descarada y desatada…Así; Como
la cama deshecha que tienes en mente.
Así es la memoria: Deshecha/Dolorosamente
Fragmentada.
Jc.
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