
No quiero caer azul en tus mejillas.
Me niego.
Aquí está mi mano
tuércela cariño.
Aquí estoy de nuevo
como un cerdo sentado
colmado su apetito
ronda inquieto
mira el espejo
y vuelve a colmarse.
Su mórbida boca...
nunca termina
nunca se sacia
"la calma es un tránsito"
y" la claridad" un pasaje
del mismo
espejo.
No quiero ser mi reflejo
pero el mismo soy
inapetente
incompetente
incompleto
inacabado.
Un niño de garras
mirada lejana
hecha piedra
intranquilo observa
su perdición
en maratón...
“Que vergüenza " se dice.
Un niño no en pañales
pero un niño yace ahí
donde lo imaginas tú;
ha de seguir dando vueltas
en la misma habitación;
estirando, torciendo, empujando,
pariendo, gritando, susurrando,
forjando y muriendo en la misma pregunta:¿ Dónde estás?
No hay comentarios:
Publicar un comentario