miércoles, 14 de octubre de 2009

Reflexión de ti.


En su casa de muñecas y con el cuerpo deambulando
entre montañas de ropa hablaba riendo con su simpatía.
Con sus palabras. Con sus ojos y manos dibujando.
Y yo la miraba. La contemplaba. Me callaba en mis adentros.
Ya no sentía frío ni temor. Solo estaba ahí:
parada en su reino de paz, en su jardín de frutos
dulces y vientre húmedo.-¡cómo explotan las fuentes!- Pensé.
Y pensé en quedarme, en dormir con ella. No la invadiría con
mi cuerpo ni desparpajo. Dormiría ahí. A su lado. Me quedaría
tranquilo. Esperaría morir ahí...Con esa calma. Con ese sosiego.

Te he visto hermosa.
Te he visto viva.
Y te he querido tanto.

Pero se hacía tarde y yo pisé tierra.
-"No se debe desear tanto para poder vivir."-
Te miré. Me despedí, pero qué fue ese chao.
Un presente solo, estoico...
Yo me hubiera quedado ahí...
Perdido en tus cabellos.

Jc.

1 comentario:

  1. mmmmmmmmmmmmmmmmmm.....
    que halago sería que un hombre te dijiera esas cosas.. que romántico Jc!

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