Y tenía el pelo suelto y confundido
Las palabras se cruzaban en el aire
y lo que salía de su boca era su aliento
puro, solo, desconsolada mirada suya...
Y estaba a metros de ella mientras me hablaba
y yo no entendía su lenguaje, ese idioma de su
vientre.¡Ese olor a sangre bendita y no se trata
de una vírgen! No. Se trata de distancias; Con su
dedo apuntaba a un niño; El niño olía a leche; El
niño no lloraba; El niño era todo ella...
Y yo estaba a metros de ella cuando me llamó
sin nombrarme. Con su mano húmeda me invitó
y me colé en su cama y me aferré a sus sábanas
y me bañé al roce de sus labios...
Ahí me dormí, ahí caí en la cuenta;
Esto es un sueño que no me pertenece.
Jc.
Y no arriesgas nada?
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