martes, 23 de febrero de 2010

Calma


Calma río mío calma la corriente
de tu sangre y apacigua las furias
del pasado y presente

Calma Padre mío calma tus vestiduras
y no las rompas que los otros están
sedientos y dispuestos

Calma cielo mío calma el color de tu
manto tantas veces sea necesario pues
a todo dar deben los jardines florecer.

Javier Córdova V.

No hay comentarios:

Publicar un comentario