
Ah sí, tuve días así...
Me paraba en el centro del espacio
y desaparecía, entonces sí florecía
y un cenital pintaba la atmósfera mientras
los otros cuerpos susurraban la verdad de
los océanos y las tierras y las cortinas
que cortamos para vestir a la novia que
solo jugaba mientras desaparecía y expandía
su alma como una ballena exuberante y potente
que todos amábamos y la peleábamos por que
había que sudar, había que correr;
había que vivir para morir/Desaparecer;
y ser otro.
Javier Córdova V.
Así vivimos cada sueño cada intento que mejor cabe dejar en las manos de todo misterio…..y en cualquier momento retomar la dirección de nuestras inconscientes claridades.
ResponderEliminarAbrazo jc amigo