
Y con la histeria y los gritos
y las preguntas viene desorbitado
dispuesto a recriminar las flores
y acusarlas de asesinato y traición
y justificar la destrucción del núcleo
la división del átomo y la reacción en
cadena mientras uno le mira sin saber
cómo calmarle; solo el amor puede, pero
él prefiere las pastillas y el consejo
psiquiátrico junto a diez gotas en la
mañana diez gotas en la noche para
adormecer a la bestia que muerde las
estrellas y se traga a secas la luna
brindando con Leviatán.
Jc.
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