sábado, 27 de marzo de 2010

Intento VI (Salmo de un mediocre)



En esos ojos negros la quemadura,
en las llamas la mano empuñada,
en el puño el desgano y en tu cama
tu amante.

Tu amante de lino y sueños,
tu encierro fatal/ Autoprovocado.
Tus odios de niña mimada:

¡Tú que naciste hombre lloras como niña!

Tus mañanas de rutina; náuseas el desamor,
ausencia de rigor y ganas de amar el cielo
/A pesar de los robos y la vileza, aun rezas
salmos mediocres…

ah, joven estúpido, amas tu vida
como un empresario a su mano
de obra.

Jc.

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